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Discurso Fiesta Solsticio Invierno.

  Copiapó, Domingo 19 de Junio 2020  
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Discurso
Solsticio de Invierno 2020
Pronunciado en Cámara Ampliada de Logia, del 19 junio 2020

       Queridos hermanos cuando recibí el Programa Anual de Trabajos por nuestra Honorable Logia y que el tema que me tocaría desarrollar es “El Solsticio de Invierno”, lo asocié de inmediato con la invitación que me hiciera el año pasado a Los Huertos en las reducciones indígenas Collas en la cordillera y participar de la Fiesta del Año Nuevo, que para ellos es el Solsticio de Invierno. Como me hubiera gustado que una mayor cantidad de hermanos pudiese haber participado de tan sagrada ceremonia, desde nuestra llegada una comisión nos recibe cariñosamente y nos muestra sus logros… sobre todo destacan como en un lugar tan árido, son capaces de trasladar el agua a sus vergeles que le ayuda al sustento alimenticio durante el año. Su ganado caprino y la evolución de mejoramiento genético… mientras el atardecer deba paso al frío de la noche estrellada, donde la constelación de Orión, más conocida por ellos como las Tres Marías, guiaban al jefe de los Collas en la instalación de los cuatro puntos cardinales, en una planicie especialmente diseñada para este evento y dejar listos los leños en la fogata que se aproximaba.

       Exactamente a la media noche, se da comienzo al ritual ordenadamente, formando un cuadrado humano de niños, abuelos, invitados y familias, al ritmo y avance de los instrumentos tamboriles, quenas, flautas y bombos para detenerse en cada esquina, donde los esperaba un gran fogón… para que las prorrogativas de la abundancia, los ayude a cada uno y en todas sus generaciones. Llama la atención la importancia que tiene la fogata del Oriente… donde se espera el amanecer luminoso que le entrega la fortaleza y el optimismo para vivir en tan precarias condiciones, bueno, precarias para quienes estamos absorbidos por la comodidad de las desenfrenadas urbes,…. luego un sorbo de agua ardiente hace bien para mitigar, sin antes darle un poco, como corresponde, a la Pachamama.

      A medida que se avanza el ritual aumenta su alegría y el baile con mayor entrega y todo termina con la invitación a la CENA DE AÑO NUEVO, donde las cocineras muestran su cazuela criolla con chuchoca y zapallo para deleitarnos con el asado de cabro que en hornos artesanales creados por ellos mismos.

       Terminada la cena y comienza el baile a todo ritmo de cumbias y temas actuales… todo el mundo baila y la alegría contagia a pesar del frío….al amanecer emprendemos nuestro retiro, comentando esta experiencia única.

       A través de la Historia del hombre, hemos podido apreciar la importancia del SOL, es astro Rey, su benéfica y la gran influencia que ha ejercido y mantiene sobre la Tierra y cada uno de sus seres.

       El hombre, desde sus tiempos primitivos tiene gran admiración por él, siendo considerado como Rey de la creación más perfecta, hasta elevarlo al Dios más trascendente.

       El sol en todas las civilizaciones antiguas aparece como el Dios principal, considerándolo como omnipotente, fuente inagotable de luz, calor y energía, sirviendo como base primordial en los cultos misterios de todas las Religiones conocidas, representándolos en sus distintos aspectos y formas simbólicas, de los cuales solo mencionaré los más relevantes como los Egipcios que lo llamaban RA y sus faraones se hacían llamar Hijos del Sol, por su parte los Griegos consideraban al Dios Helios y los Romanos tenían en él al Dios Hebo y más cercano a nosotros el Pachacamac y el Inti de los Incas….Y si este astro imprescindible, es tan valorado para la vida, entonces, ¿por qué es tan importante celebrar el momento donde la noche interrumpe más tiempo su resplandor? …para buscar la respuesta a esta paradoja, el Querido Hermano Masón, no la debe encontrar en la ciencia o la historia, sino que en la más profunda retro inspección.

       Han pasado los siglos y la ciencia, el progreso del pensamiento y la civilización, han ido variando la forma de ver la vida, pero la Francmasonería guarda por dentro de la riqueza de sus símbolos los recuerdos latentes del Culto de Sol y prueba de ello es que mantienen la certeza de que el Sol distribuye los beneficios de su luz, calor y energía a todos los seres humanos, sin discriminación de ningún tipo de credo, como un Dios de la Igualdad, Justo y Generoso.

       Queridos hermanos es bueno recordar que la definición solsticial y mejor todavía con la explicación sobre el fenómeno cósmico que se produce cada cierto tiempo, con el Sol como astro principal: el Solsticio de Invierno, es el instante en que el Sol se encuentra frente al Trópico de Cáncer y se detiene en forma aparente, como consecuencia se produce la máxima declinación del año y luego ocurre un período de luz más corto, produciéndose la noche más larga del año, un período de oscuridad. Diametralmente opuesta, es la situación en el hemisferio Norte, donde comienza el Solsticio de Verano.

      Comenzaremos la noche invernal para adentrar a un largo letargo, pero al final sabemos que nos espera el cálido sol del inicio de la primavera y luego el radiante sol de verano.

       Pero detengámonos en el Solsticio de Invierno, si bien aparenta oscuridad, no lo es porque pronto será vida y luminosidad, pues la tierra ha guardado en su seno interior la semilla, que ya nos brindaría el germen de la vida y cuando los rayos del sol vivificante indica que todo comienza de nuevo, en un incesante nacer y morir.

       Los solsticios en nuestros talleres tuvieron una triple interpretación, Cósmica, Mística y Simbólica.

       Es Cósmica por representar un fenómeno astronómico; es Mística por reflejar la realidad de un ideal; y es Simbólica con relación al Hombre porque busca en él la purificación de su alma, en el silencio y la quietud espiritual y en la plenitud de su vida la superación individual y de los pueblos.

       La Francmasonería Universal ve en este gran acontecimiento cósmico, llamado solsticio de invierno, como uno de los hechos de la naturaleza de más profundo sentido para mostrar a nuestros hermanos el valor al simbolismo enriquecedor de nuestra docencia Masónica.

       Como no recordar cuando contemplamos atónicos la constelación de las Estrellas, la Luna, el Sol y la Columnas zodiacales, como así también las dos columnas que nos franquean a la entrada. Nos sentimos impactados ante la grandiosa simbología a la vista, pero podemos homologar la privación de la luz, con la ampliación de los otros sentidos y en eso, la oscuridad y el frio de la usencia del sol, nos ofrece una visión, distinta de nosotros mismos, detectada no por los otros sentidos, sino que por la fecunda reflexión a que nos invita nuestra Orden.

       El Templo Masónico es una representación del macrocosmos, El Astro Rey, la Luna, las Estrellas que decoran nuestro templo nos permite deducir el lugar que ocupamos en la grandiosidad del Universo y a este recinto lo llamamos Taller o Logia.

       Es acá donde aprendices, Compañeros y Maestros pulimos la piedra bruta en un incesante deseo de superación en búsqueda de la verdad, hacia la libertad; el conocimiento y la fraternidad en el ámbito universal. Las dos columnas: la B del Norte y la J del Sur, sugieren al incesante ajetreo de los hermanos, en permanentes diálogos y fraternales discusiones propios del quehacer masónico. Todo esto indica como fluyen los intercambios entre aprendices, compañeros y maestros de manera recíproca, un intercambio donde se entrega y recibe conocimientos y experiencias, sentimientos y valoraciones, reflexiones y realidades e ideales, sin otro límite que la mutua tolerancia y fraterna comprensión. En su génesis, todo el accionar masónico proviene de la vida y la vida proviene de la naturaleza, existiendo todos gracias al Sistema Cósmico Universal, del cual hoy el solsticio invernal es el protagonista.

       La Cámara de Reflexiones nos lleva a las profundidades, nos pone en contacto con la muerte, vivimos nuestro propio solsticio de invierno, oscuridad, soledad, acompañados solamente por nuestros pensamientos y siempre la contaste fluidez de nuestra conciencia. En este espacio oscuro, tomamos decisiones importantes y decisiones para nuestras vidas, nos preparamos para iniciar un nuevo camino, incierto, pero con la esperanza que mañana nos acompañará la visión, también tenemos la fuerte convicción, que el paso dado es necesario para volver a nacer y buscar con esfuerzo y paciencia la luz renovadora que nos permitirá ser mejores personas, pulir nuestras imperfecciones y aportar a la Construcción del templo inmaterial por el cual trabaja la Masonería.

       La falta de Sol en el invierno hace que la semilla se pudra al interior de la tierra, se disgrega y desprende para la llama de vida que encuentra en la interior, que espera pacientemente las condiciones propicias para germinar a la vida, volver a florecer y dar sus frutos.

       El Universo que está en constante Movimiento, en transformación permanente donde nada permanece estático, salvo la forma y aparente y engañando nuestros sentidos, sigue avanzando de acuerdo a sus propias leyes, a cada solsticio le seguirá el equinoccio creando diferentes climas, diferentes estaciones pero todas necesarias, y en este círculo infinito de la vida llega el momento en que larga espera comienza a recompensar a los que no perdieron la esperanza que la muerte le sigue el renacer, la naturaleza cumple una vez más la promesa de días mejores, los rayos solares del Sol son más intensos, la semilla que esperó pacientemente, comienza a germinar, el hombre de la tierra que esperó mira con satisfacción el reverdecer; una vez más de la naturaleza está cumpliendo su ciclo vital para dar paso al Solsticio de Verano y cosechar lo trabajado.

       Pasado mañana tendremos El Solsticio de Invierno, entonces Queridos Hermanos los insto a reflexionar, a meditar profundamente en un acto retrospectivo y analizarnos con realismo si hemos sido fraternos con nuestros hermanos, si hemos sido solidarios con nuestros connacionales, si hemos realizado una palabra de aliento al desvalido.

       Queridos Hermanos, en mi encierro obligatorio por mi edad y otros achaques propios del ser humano, no he querido callar lo que siento, sobre todo porque siempre nosotros buscamos la luz de la verdad… creo que ha llegado el momento de analizar el presente que vivimos todos. La naturaleza nos desnudó…, nos azota con violencia, regándonos con su CONONAVIRUS y nos pone a prueba si tendremos la sabiduría y la humildad para terminar con la PANDEMIA, que tiene comprometido todo el Mundo. No ha tenido contemplación con pobres, ricos, blancos, negros. Como hemos visto impávidos la soberbia de líderes de las Grandes Potencias y como los insta a ser más humildes…, mañana no seremos los mismos.

       Ojalá aparezca pronto la vacuna, cuando esta pandemia haya pasado y sea vencida, inevitablemente dejará una estela de hambruna, dolor, cesantía y miedos, pero si hemos reflexionados en este Solsticio de Invierno, buscando en nuestro interior los caminos a seguir en esta nueva realidad, podremos tener la cordura y prudencia para actuar; cuando la luz del Sol maravilloso sea más intensa, espero con el alma, que tengamos la sensibilidad y voluntad para participar en esta cruzada, que va a demandar lo mejor de todos como individuos, familia, y hermanos para luchar con lo mejor de nosotros, por una sociedad más digna, justa y equitativa.

 

 

 
  Copiapó, Domingo 19 de Junio 2020