Telefono : +56 52 36 26 59

Discurso Aniversario Gran Logia de Chile.

  Copiapó, Sabado 06 de Junio 2020  
Noticias OL3
 
 



 
 

Discurso
Pronunciado en Cámara Ampliada Jurisdiccional, 05 junio 2020
Pronunciado en Cámara Ampliada de Logia, del 05 junio 2020

       En agosto de 1862, La Gran Logia de Chile a través de una circular a las potencias masónicas de todo el orbe, explica los hechos que justificaban su creación. En uno de sus párrafos finales dice lo siguiente:
  Al poner en vuestro conocimiento la instalación de la Gran Logia de Chile y los motivos que han inducido a la Masonería chilena a constituirla cuanto antes, nos proponemos no solo obtener vuestro reconocimiento, sino el favor de vuestra correspondencia. Vuestras luces contribuirán, no lo dudamos, a iluminar a la nueva y difícil vía en qué hoy entramos  

       Era una época de mucha agitación social y política en que los valores masónicos de hombres visionarios, Grandes Masones, marcaron la historia de nuestra República y por cierto de nuestra Augusta Orden.

       Las primeras logias en nuestro país surgen a principios del siglo XIX, de la iniciativa de los patriotas, quienes traen la experiencia de Europa, para organizar el proceso de emancipación. Se trata de las Logias Lautarinas, inspiradas en organización y principios masónicos, pero que son fundamentalmente en esa época organizaciones de tipo estratégico y militar. La primera Logia propiamente Masónica formalmente establecida es "Filantropía Chilena" en el año1827, encabezada por el ex Presidente y comandante en jefe de la Armada, Manuel Blanco Encalada. Se ignora la fecha en que esta, deja de funcionar.

       La Masonería emerge nuevamente en Chile en el año 1850, luego de años de receso, tras la fundación en el puerto de Valparaíso de la Logia francesa L’Etoile du Pacifique. A mediados de 1853, ya había tres Logias trabajando: L’Etoile du Pacifique y Unión Fraternal bajo la obediencia del Gran Oriente de Francia, en tanto que Bethesda Lodge lo hacía bajo la obediencia de Massachusetts.

       La Logia Unión Fraternal, fundada el 27 de julio de 1853, fue dirigida hasta el mes de mayo de 1856 por su fundador, el comerciante curazoleño Querido Hermano Manuel de Lima y Sola. Y que posteriormente, fue elegido Venerable Maestro el Querido Hermano Juan de Dios Arlegui, iniciado dos años antes, cuando la Logia todavía trabajaba en Instancia de Constitución.

       En Concepción se había creado la Logia Estrella del Sur, fundada por el Querido Hermano Enrique Pastor López, iniciado en Unión Fraternal.

       La Logia Orden y Libertad, fundada en Copiapó el 11 de enero de 1862 por el Querido Hermano Francisco Javier Mariátegui, había elevado al Gran Oriente de Francia una solicitud de Carta Constitutiva y, en el intertanto, trabajaba como Logia en Instancia de Constitución.

       Desde principios de marzo de 1862 reinaba gran agitación entre los hermanos de Unión Fraternal, por los acontecimientos ocurridos en el Gran Oriente de Francia. Se hablaba de independizarse de esa obediencia y de crear un Gran Oriente en Chile.

       En el país había suficiente actividad masónica como para organizar una obediencia nacional. En Valparaíso había tres Logias, un capítulo del grado 18° y un consejo del grado 30°, y se podía contar con las Logias de Concepción y de Copiapó. Lo primero que hizo Unión Fraternal fue buscar la adhesión de la Logia Aurora de Chile, de Concepción, y de Orden y Libertad, de Copiapó. Los estrechos vínculos existentes entre Aurora de Chile y Unión Fraternal permitieron que los hermanos de la Logia penquista estuvieran muy enterados de los planes surgidos en Valparaíso. Como consecuencia, en Tenida del 24 de marzo de 1862, La Logia Aurora de Chile acordó negar su obediencia al Gran Oriente de Francia y sumarse a la iniciativa de fundar un poder masónico nacional.

       La Logia Orden y Libertad, En su tenida del 2 de abril de 1862, se leyó una carta enviada desde Valparaíso por el Querido Hermano Manuel de Lima, por ese entonces secretario de Unión Fraternal, anunciando, de acuerdo al acta de la Logia de Copiapó, el escándalo que había ocurrido en Gran Oriente de Francia, “En el que Napoleón III por su propia autoridad y sin tomar el consentimiento de las LL. y MM. de la correspondencia de ese Gran Oriente, había colocado como Gran Maestre a una hechura suya que ni siquiera era masón, echando así por tierra la constitución de dicho Oriente” . Agregaba Manuel de Lima que, en virtud de este atentado contra la unidad de la Masonería, las Logias de Valparaíso, dependientes del Gran Oriente de Francia pensaban y trabajaban ya en separarse de esa obediencia, tratando de constituir un Gran Oriente Chileno. Los maestros masones presentes en la Tenida en Copiapó acogieron con la indignación que merecía la noticia de este golpe de estado masónico proviniendo de una autoridad extraña y despótica que trata de someter la libertad a su capricho, rasgando la constitución del Orden y minando, por decirlo así, los fundamentos de la Masonería. El Venerable Maestro que presidía la Tenida, el Querido Hermano Guillermo Gotschalk, propuso que se rompiese completamente con el Gran Oriente de Francia, poder masónico que considera irregular desde que aceptaba como jefe a una persona que no había sido elegida por el libre sufragio de la Asamblea, conforme a la Constitución. Propuso, además, que, en caso de que la Carta Constitutiva solicitada, fuese acogida en París, que se devolviese, dando a conocer así que los masones no reconocen a ninguna autoridad extraña en el gobierno de la Orden. Esta propuesta fue aceptada por unanimidad.

       Ante la posibilidad de fundar una Gran Logia. Unión fraternal encomendó a un grupo de masones de Valparaíso la tarea de constituir una segunda Logia en esa ciudad, requisito necesario, tener al menos dos logias en la ciudad fundante para formar una Gran Logia.

       Ello se concretaría en abril de ese mismo año con el nombre de Progreso y cuyo primer Venerable Maestro fue Blas Cuevas.

       El mismo día 29 de abril de 1862 tuvo lugar en Valparaíso una asamblea en la que se había acordado formar la Gran Logia de Chile. A esa fecha existían trabajando cuatro logias nacionales. Unión Fraternal de Valparaíso dirigida por Manuel de Lima, Aurora de Chile de Concepción dirigida por Enrique Pastor López, Orden y Libertad de Copiapó dirigida por Guillermo Gotschalk y Progreso de Valparaíso dirigida por Blas Cuevas.

       La Logia Aurora de Chile de Concepción acordó clausurarse a principios de mayo, para reabrir su trabajo de inmediato con el nombre de Fraternidad.

       De esta manera, sin dependencia del gran Oriente de Francia, las 4 logias chilenas, inician los preparativos para formar la Gran Logia de Chile qué será instalada el 24 de mayo de 1862. Su primer Gran Maestro fue con justicia el motor de tan Magnífica obra, el Querido Hermano Juan de Dios Arlegui y Gorbea grado 30, Diputado y Senador de la República.
A fines del año de su creación e instalación, La Gran Logia de Chile celebraba su primera Constitución.

       A partir de ese momento comenzaban a surgir nuevas Logias de la obediencia que al día de hoy son 241 y que fortalecen nuestra Orden.

       El concepto de aniversario procede del vocablo latino anniversarius. Se trata de aquello que se reitera todos los años (es decir, que resulta anual).

       Lo habitual es que el término se emplee con referencia a la fecha en la cual se cumplen años de un acontecimiento.

       Y que mejor acontecimiento para celebrar, nosotros los Masones, que es el Aniversario de La Gran Logia de Chile, único poder legislador y regulador de la Francmasonería simbólica en el territorio de la República.

       Son 158 años que marca en nosotros un orgullo pleno, de pertenecer a tan noble institución.

       La Francmasonería es una institución universal esencialmente ética, filosófica e iniciática cuya estructura fundamental la constituye un sistema educativo tradicional y simbólico. Como institución docente tiene por objeto el perfeccionamiento del hombre y de la humanidad. Promueve entre sus adeptos la búsqueda incesante de la verdad el conocimiento de sí mismo y del hombre en el medio en que vive y convive.

       La Masonería eleva el trabajo practico y el especulativo a una condición superior, porque es y ha sido a través de los siglos, la plataforma de la evolución del hombre.

       Como lo refiere nuestro Gran Maestro, Querido Hermano Sebastian Jans Pérez,
  La Masonería está integrada por personas que pertenecen a distintas ideas políticas, religiosas, filosóficas y culturales, pero que ponen a la condición humana en el centro de todo su quehacer y motivación. Son personas que trabajan con valor, para construir las éticas necesarias para el tiempo secular, en el cual todo ser humano tiene derecho a acceder a su más plena realización y a la felicidad  

       Es por ello Queridos Hermanos que debemos aplicar sabiduría en nuestras acciones, como fuente de inteligencia, creadora de nuevas ideas, siempre en búsqueda de la virtud como una disposición permanente, que nos insta a obrar bien y por lo mismo a evitar el mal, posponiendo a veces el bien personal en beneficio de los demás o de una buena causa.

       Trabajemos en desarrollar la Filantropía que resume en sí, el altruismo, la generosidad, el amor y la caridad, la que debemos realizar en forma voluntaria. La caridad pasa por sobre nuestros sentimientos para ser manejada por la voluntad del bien y del amor. Ser caritativos debe constituirse en una costumbre, en un hábito.

       Hoy el mundo entero atraviesa circunstancias impensadas hace tan sólo meses atrás.

       La pandemia del Covid-19 ha alterado profundamente la vida cotidiana de miles de millones de personas en todos los países y territorios. En medio de la incertidumbre y el desasosiego nos cuesta calibrar la dimensión del fenómeno y sobre todo estimar la entidad de las consecuencias económicas sociales y aún políticas que se derivarán de él.

       Por supuesto que no es la primera vez que la humanidad enfrenta pandemias, pero la escala global y no solo regional o continental de la actual la hacen por lo menos excepcional.

       Nosotros, Los Masones, hacemos Masonería en todo tiempo y lugar en que nos juntemos para hacer Trabajo Masónico, y en este sentido los Hermanos debemos tener la capacidad de adaptación a las condiciones que nos impone esta emergencia sanitaria a nivel mundial, que nos impiden realizar nuestras Tenidas y Trabajos de Cámaras que son presenciales. Hay que aprovechar los medios tecnológicos, que están al alcance de casi todos, para mantener en todos los Queridos Hermanos la comunicación necesaria e inmediata.

       Hoy nos reunimos de manera virtual frente a un computador o a través de celulares. La fraternidad no se borra ni se aplaca por esta situación, al contrario, nos estimula.

       Es un deber primordial el cuidarnos, así como a nuestras familias. Es de vital importancia preocuparnos por nuestros Queridos Hermanos que pueden estar pasando momentos difíciles.

       Nuestra cadena de unión debe ser más fuerte que nunca.

       Hoy nos hemos reunido a celebrar el Centésimo Quincuagésimo Octavo Aniversario y haremos un brindis en nuestros hogares, por nosotros, por todos nuestros Queridos Hermanos y por Nuestra Gran Logia de Chile.

 

 
  Copiapó, Sabado 06 de Junio 2020